Un estudio reciente publicado en el British Journal of Sports Medicine sobre los primeros 200 atletas que completaron una milla en menos de 4 minutos sugiere que el ejercicio extremo no necesariamente reduce la esperanza de vida, como se pensaba anteriormente.
A pesar de las preocupaciones de que el ejercicio intenso y prolongado podría ser perjudicial, los resultados indican que estos atletas tienden a vivir más tiempo que el promedio de la población.
Los investigadores examinaron a 1.759 corredores de milla y se centraron en los primeros 200, monitoreando su longevidad en comparación con la esperanza de vida estándar de su generación, ajustada por edad, sexo y nacionalidad. Los datos revelaron que estos corredores vivieron, en promedio, casi 5 años más que lo esperado.
Los atletas, originarios de 28 países y nacidos entre 1928 y 1955, tenían un promedio de 23 años cuando lograron la hazaña, con tiempos que oscilaban entre 3:52,86 y 3:59,9 minutos. Al momento del análisis, 60 habían fallecido y 140 seguían vivos, con una edad promedio de fallecimiento de 73 años y una edad promedio de supervivencia de 77 años.
El estudio también señaló que los corredores que lograron su récord en la década de 1950 vivieron en promedio 9 años más que la población general, mientras que los de las décadas de 1960 y 1970 vivieron 5,5 y casi 3 años más, respectivamente.
Los investigadores admitieron limitaciones en su estudio, como la falta de información sobre el ejercicio a lo largo de la vida y otros hábitos saludables de los atletas, así como la influencia de otros factores de estilo de vida en la longevidad. Además, el estudio solo incluyó hombres, ya que ninguna mujer ha logrado aún correr una milla en menos de 4 minutos.