Durante y después de la pandemia de covid-19, muchos jóvenes han reportado problemas de salud mental, una preocupación respaldada por un reciente estudio que revela un aumento en la prescripción de antidepresivos a este grupo demográfico. Según el estudio publicado en la revista Pediatrics, la tasa de dispensación de antidepresivos entre jóvenes de 12 a 25 años ha experimentado un incremento significativo desde el inicio de la pandemia en marzo de 2020. Esta tendencia ya estaba en aumento antes del brote de covid-19, pero se aceleró casi un 64% después de ese período.
El primer autor del estudio, el Dr. Kao-Ping Chua, destacó las diferencias de género en los hallazgos. Mientras que las adolescentes mujeres de 12 a 17 años vieron un aumento del 130% en la tasa de dispensación de antidepresivos, las mujeres adultas jóvenes de 18 a 25 años experimentaron un incremento del 60%. En marcado contraste, la tasa de dispensación apenas varió en los hombres jóvenes y disminuyó en los adolescentes varones.
El aumento en la prescripción de antidepresivos coincide con un período de creciente preocupación por la salud mental de los jóvenes, exacerbada por la pandemia.
La Dra. Neha Chaudhary, psiquiatra de niños y adolescentes, señaló un aumento en las visitas a emergencias por problemas de salud mental entre los jóvenes, así como un incremento en los intentos de suicidio o autolesiones, especialmente entre las adolescentes. Los factores estresantes de la pandemia, como la pérdida de seres queridos, el aislamiento social y la transición al aprendizaje virtual, se suman a la creciente demanda de atención de salud mental entre los jóvenes. Además, la facilidad de acceso a la atención médica a través de la telesalud ha contribuido al aumento en la prescripción de antidepresivos.
A pesar de los riesgos asociados con los antidepresivos, como los posibles efectos secundarios y el aumento de los pensamientos suicidas en algunos casos, los expertos enfatizan su eficacia en el tratamiento de la depresión y otros trastornos del estado de ánimo. Se alienta a los padres a tener conversaciones abiertas y honestas con sus hijos sobre los beneficios y riesgos de estos medicamentos, y a buscar ayuda profesional cuando sea necesario.
En última instancia, la atención a la salud mental de los jóvenes es crucial, y el apoyo de familiares, amigos y profesionales de la salud puede marcar la diferencia en la vida de quienes luchan con problemas de salud mental.
