Una investigación publicada en la revista Brain Structure and Function ha revelado la importancia del silencio para la salud cerebral.
El estudio demostró que dos horas diarias de silencio pueden estimular la neurogénesis en el hipocampo, mejorando la memoria, el aprendizaje y la regulación emocional.
Los participantes experimentaron mejoras significativas en su rendimiento cognitivo, incluyendo un aumento de la memoria y una mayor agilidad mental, tras solo tres días de silencio intencionado. Además, se observó una reducción en los niveles de ansiedad y estrés. Estos hallazgos sugieren que la incorporación de períodos de silencio en la rutina diaria, como pausas regulares o la limitación del uso de pantallas por la mañana, puede tener un impacto positivo en la salud cerebral.