Un estudio realizado por investigadores de universidades estadounidenses sugiere que el consumo prolongado de uvas podría beneficiar la salud muscular, especialmente en mujeres.
Utilizando un modelo con ratones alimentados con una dieta rica en uvas durante 2,5 años, se observó una modulación en la expresión genética del tejido muscular, con las hembras mostrando una respuesta más significativa, presentando características musculares más parecidas a las de los machos. Este hallazgo, publicado en la revista Foods, se basa en la nutrigenómica y destaca el impacto de los fitoquímicos de la uva más allá de simples reacciones químicas.
El análisis genético reveló cambios en la expresión de 25 genes, algunos asociados con una mejor función muscular. Aunque los resultados son alentadores, se requieren estudios adicionales en humanos para confirmar estos efectos. Sin embargo, esta investigación abre nuevas perspectivas en el estudio de la salud muscular y sugiere que la inclusión de uvas en la dieta podría ser una estrategia natural para mejorar la salud muscular, particularmente en mujeres.
La investigación subraya la importancia de la nutrigenómica para comprender la interacción entre dieta y biología.