Al inaugurar una cumbre sobre justicia económica para comunidades afrodescendientes, la vicepresidenta Francia Márquez fue enfática al señalar las dificultades que ha enfrentado en su cargo, afirmando que no ha sido una tarea sencilla gobernar en un país y con un gobierno que, según sus palabras, “practica el racismo y el patriarcado”.
Márquez aseguró que, a pesar de llegar con grandes expectativas, se ha topado con “muchos obstáculos” y una falta de apoyo concreto, incluyendo la ausencia de “garantías económicas” y “presupuestos concretos” para la vicepresidencia, lo que la ha obligado a buscar financiación externa o local.
Aunque mencionó logros como la reglamentación en proceso de la Ley 70 de 1993 y la entrega de títulos colectivos, el énfasis estuvo en las barreras internas y su percepción de ser relegada, especialmente tras su salida del Ministerio de la Igualdad.
Sus declaraciones ponen de manifiesto la tensa relación que mantiene con el presidente Gustavo Petro.
