Por motivos diferentes muchas personas llegan a habitar la calle luego de caer en las drogas, el alcoholismo o en casos más lamentables, por abandono.
El caso de Hugo Fernando, aunque no alcanzó a vivir fuera de casa, se encontraba perdido en el consumo, pero gracias al trabajo de la Diócesis de Armenia y su trabajo a través de la estrategia ‘Quiero Recuperarme’, está tomando nuevamente el curso de su vida y es hoy un ejemplo de que con voluntad y espiritualidad es posible recuperarse.
“Si uno tiene la voluntad de cambiar es posible lograrlo, hay que ser perseverante y superar las adversidades”, anotó Fernando.
Mal ejemplo
La historia de Hugo Fernando, como muchas parecen absurdas, pero llegó a las drogas y alcohol por querer verse como otra persona. “Yo quería ser como un amigo, que tenía muchas mujeres, se la pasaba en parrandas”. En proceso de imitación cayó al abismo del que se está saliendo.
Un día, en medio de una pelea que lo llevó al hospital y casi queda inválido, se dio cuenta que los amigos de la fiesta no llegaron a visitarlo, solo estuvo su mamá, ahí empezó a reflexionar.
Los amigos aparecieron cuando salió del hospital, para ofrecerle cerveza y hasta ponerle una botella de whisky en la mesa. Cayó, esto gracias al acompañamiento espiritual.
Esa ayuda llegó un día que hacía falta una persona para integrar el equipo de 20 para un retiro espiritual dirigido a habitantes de calle y organizado por la Diócesis, él accedió y allí inició ese camino a la luz en el que se encuentra hoy.
El programa
El programa busca ayudar a quienes se acerquen con el mensaje “Sí quiero”, una postura que ha sido la dificultad para trabajar con esta población. Para ello, el programa, que ya está operando se acerca a estas personas y le hace invitación de manera insistente con el ánimo de que al final digan que sí quieren.
Monseñor Carlos Arturo Quintero Gómez, obispo de Armenia, líder del proceso, destacó que es posible salir de las adicciones y por eso le apuestan a ello.
Aunque siempre se requiere la voluntad, la iglesia no desiste y en las salidas de campo, todo el tiempo hacen la invitación de manera insistente.
La estrategia ya está operando y las personas y las familias que requieran esta ayuda pueden acercarse a la Diócesis y allí la direccionan y hacen el acompañamiento con todo el componente psicosocial y espiritual.
