Daniel Gómez Gaviria, vicepresidente del Consejo Privado de Competitividad, señaló que tanto Quindío como Colombia en general están experimentando un reajuste macroeconómico significativo tras la recesión provocada por la pandemia y la posterior reactivación vigorosa de 2021-2022. Según Gómez Gaviria, “lo que estamos viendo es una inversión que está muy deprimida, que lleva ya varios trimestres deprimida, un crecimiento cerca de uno a cero. Y eso va a empezar a reflejarse en cifras de empleo y en cifras de pobreza”.
Gómez Gaviria destacó la necesidad de un crecimiento sostenido para reducir la pobreza de manera sostenible. Subrayó que “aumentar el crecimiento y el crecimiento potencial en nuestra posibilidad de crecer sosteniblemente a largo plazo tiene que ser una prioridad del país y del Quindío”. Para ello, el Consejo Privado de Competitividad elabora índices departamentales de competitividad que proporcionan una guía útil para identificar las condiciones necesarias para ser más productivos y crecer.
En el último índice, Quindío se ubicó en el noveno puesto, posicionándose como uno de los diez departamentos más competitivos de Colombia. Esto, según Gómez Gaviria, “quiere decir que tiene muchas capacidades de generar nuevos sectores de crecimiento, está muy bien en innovación, está muy bien en capital humano, en talento humano, educación básica, media, educación superior y formación para el trabajo”. Estas áreas son puntos fuertes del departamento.
Sin embargo, Gómez Gaviria también resaltó la necesidad de mejorar en otros pilares como las condiciones habilitantes, el funcionamiento de mercados y, en particular, el mercado laboral. Además, enfatizó la importancia de la sofisticación y diversificación, y de transferir la innovación a nuevos productos y servicios para conectarse mejor con el mundo. “El tamaño del mercado en Quindío es pequeño. En Colombia, en general, es un mercado pequeño. Tenemos que pensar en cómo internacionalizarnos y aprovechar esas tendencias de consumo global para poder crecer mucho más”, añadió.
Para mejorar y reducir la pobreza y la desigualdad, Gómez Gaviria hizo hincapié en la inversión en la primera infancia y en la necesidad de mercados laborales más eficientes. También resaltó la importancia de una educación enfocada no solo en el ámbito universitario, sino también en la formación en oficios. “Formación dual, formación para el trabajo, ciclos cortos. Una cantidad de cualificaciones y formaciones técnicas tecnológicas que pueden ser una puerta de salida y una puerta hacia la movilidad social importantes”, concluyó.