Un nuevo estudio realizado en España sugiere que un consumo moderado de vino, dentro del marco de una dieta mediterránea, podría reducir significativamente el riesgo de episodios cardiovasculares en personas mayores de 60 años con factores de riesgo. Los participantes que ingerían entre medio y un vaso de vino al día presentaron una reducción del 50% en comparación con aquellos que no consumían esta bebida. Sin embargo, el efecto desapareció al exceder esta cantidad diaria, según el Dr. Ramón Estruch, autor principal del estudio y especialista en riesgo cardiovascular de la Universidad de Barcelona.
El estudio, publicado en el European Heart Journal, destaca que los beneficios potenciales del vino parecen estar vinculados a su integración en un patrón alimenticio saludable, como la dieta mediterránea. Según Estruch, el 20% de los efectos beneficiosos de este tipo de alimentación podrían atribuirse al consumo moderado de vino, una cifra que podría ser aún mayor.
No obstante, expertos como Tracy Parker, de la Fundación Británica del Corazón, recuerdan que cualquier consumo excesivo de alcohol puede acarrear riesgos graves para la salud, incluyendo hipertensión, problemas hepáticos y ciertos tipos de cáncer. Asimismo, el estudio no establece causalidad, dejando abierta la posibilidad de que otros factores relacionados con la dieta o el estilo de vida hayan influido en los resultados.