Tras la circulación en redes sociales de un aberrante video mostrando la muerte violenta de un perro en el caserío Membrillal de Circasia, Quindío, la Policía Nacional actuó rápidamente.
Policías de Carabineros y Protección Ambiental se trasladaron al sitio del suceso, donde identificaron y entrevistaron al presunto agresor, un joven de 20 años. Este admitió haber matado al perro el 19 de febrero, alegando que el animal había atacado a sus animales días antes y que lo sacrificó para evitar futuros problemas con un vecino.
El cuerpo del canino fue llevado a un centro veterinario en Armenia para la necropsia.
La Policía entregó toda la evidencia a la Fiscalía para iniciar una investigación penal contra el agresor por maltrato animal.
La institución condenó el acto y exhortó a la ciudadanía a denunciar cualquier caso de crueldad animal a través de la línea 123 o el número 3215346911.
Hablan desde la Fundación Ecohuellas
Indignación y rabia son las emociones que predominan tras el lamentable hecho ocurrido el miércoles en la noche, del cual se tuvo conocimiento el jueves. Así lo expresó Diana Rodríguez, animalista y directora de la Fundación Ecohuellas, quien detalló el proceso que se adelanta para esclarecer lo sucedido.
“El alcalde de Circasia nos informó y nos solicitó apoyo para gestionar la necropsia del animalito. Esta se realizó ayer y ahora estamos a la espera del informe del médico veterinario, quien lo entregará a la Policía. Posteriormente, la Policía hará lo propio con la Fiscalía, y es lo que esperamos, que se active la ruta de Gelma”, explicó Rodríguez, refiriéndose al grupo especial encargado de investigar casos de maltrato animal.
Según indicó, el delito de maltrato animal, a pesar de su gravedad, conlleva una pena de hasta cuatro años de prisión, lo que lo convierte en un delito excarcelable. “Eso significa que la persona queda vinculada al proceso, pero en libertad. Es algo paradójico, y aunque no soy abogada, en este trabajo estamos en contacto con muchas personas que nos orientan”, agregó.
Para Rodríguez, la preocupación va más allá de los activistas por la protección animal, pues considera que este tipo de actos deben indignar a toda la ciudadanía. Por ello, hizo un llamado a levantar la voz y exigir al Congreso de la República que avance en la legislación para endurecer las penas.
“Por eso hay un proyecto de ley que está en su último debate: la Ley Ángel. Su propósito es ampliar las penas para que quienes cometan estos horrorosos actos contra los animales no queden en libertad y realmente sean encarcelados. Es lógico que representan un peligro, no solo para otros animales, sino para la sociedad en general”, enfatizó la directora de la Fundación Ecohuellas.