La reforma a la salud colombiana, a punto de su tercer debate en el Senado, enfrenta creciente oposición, alimentada por reportes de desabastecimiento de medicamentos en todo el país. Álvaro Uribe Vélez, en un acto público en Medellín, rechazó la reforma, argumentando que destruye los logros de la Ley 100 de 1993 y instó a la movilización ciudadana.
Usando el testimonio de una mujer que relata la dificultad para obtener atención médica para su madre con cáncer, Uribe criticó el modelo estatal propuesto, calificándolo de monopolio ineficiente y susceptible a la politización.
A diferencia del sistema anterior, que permitía sanciones a las EPS, Uribe argumenta que el nuevo sistema centralizado dificultará las reclamaciones ciudadanas. Para que la reforma fracase en el Senado, se requieren ocho votos en contra en la Comisión Séptima.