A raíz de una condena en su contra por fraude procesal y soborno, el expresidente Álvaro Uribe rechazó la propuesta del actual mandatario, Gustavo Petro, de acogerse a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).
En respuesta, Uribe argumentó que Petro carece de autoridad moral para hacer tal sugerencia, aludiendo al indulto que recibió por su militancia en el M-19 y otros escándalos como el “Petrovideo”. Además, condicionó cualquier diálogo a que Petro renuncie a su indulto, aclare la procedencia de dineros recibidos y se someta a un examen toxicológico, exigiendo también que el expresidente Juan Manuel Santos solicite la publicación del expediente de Odebrecht en Estados Unidos.
Por su parte, Gustavo Petro justificó su sugerencia afirmando que la JEP sería el espacio ideal para que Uribe revele la verdad sobre sus presuntos nexos con el paramilitarismo, específicamente con la creación del Bloque Metro en Antioquia, lo cual considera crucial para la reconciliación del país.
Petro recordó que el proceso judicial contra Uribe se originó por una denuncia del propio expresidente contra el senador Iván Cepeda, la cual fue desestimada por la Corte Suprema al encontrar indicios de manipulación de testigos, exonerando a Cepeda e iniciando la investigación que ahora afecta a Uribe. A pesar de sus diferencias, Petro aseguró que, como jefe de Estado, garantizará la protección de Álvaro Uribe y su familia.
