La ministra de Justicia, Ángela María Buitrago, renunció a su cargo, efectiva a partir del 1 de junio. Su decisión, comunicada al presidente Gustavo Petro, se atribuye a presiones externas que, según ella, comprometieron su autonomía.
Si bien la relación con el gobierno se había deteriorado tras la salida del director de la USPEC, Ludwing Valero, Buitrago afirma que el presidente Petro respetó su independencia. Sin embargo, fuentes confirman presiones de Armando Benedetti (Ministro del Interior) y Angie Rodríguez (Dapre). A pesar de destacar logros como los programas Entornos Seguros y Redes Justas, la ministra lamenta los recortes presupuestales que limitaron su gestión.
Su renuncia coincide con la aprobación en la Cámara de Representantes de la reforma a la justicia, iniciativa que ella apoyó. Buitrago defendió su compromiso con la justicia y la independencia institucional, deseando éxito al presidente Petro en su proyecto de paz.
El gobierno aún no ha nombrado a su sucesor.
