A propósito del Día Mundial de la Prevención del Suicidio que se conmemora este mes, Comfenalco realizó un conversatorio sobre el tema, dirigido a afiliados y no de la caja de compensación.
Daniela González, psicóloga clínica, integrante del programa seamos Sanamente felices de la entidad se refirió a la actividad y a la importancia de la salud mental de todas las personas.
El 10 de septiembre es el Día de conmemoración de la Prevención del Suicidio, una problemática que afecta no solo a los quindianos sino al mundo.
Sin discriminación
De acuerdo con la doctora, el suicidio no discrimina edad, estrato ni género, por lo que es importante romper barreras y activar las rutas de atención a tiempo.
Acudir al psicólogo es una atención en salud como cualquier otra consulta.
Así que si una persona presenta síntomas como; cambios en el apetito, ideas con relación a la muerte, llanto frecuente y aislamiento, es importante consultar.
26 muertes autoinfligidas
La doctora también se refirió a las posibles causas de esta fatal decisión en niños y adolescentes, ya que en lo que va del año en el departamento se han registrado cuatro muertes autoinfligidas de menores de edad, siendo el más pequeño de nueve años y el mayor de 16, entre los 26 suicidios que suma el 2022 en todo el departamento.
Hay muchas causas por las cuales las personas pueden tomar esta decisión, una de ella el bullying.
“Desafortunadamente los niños hoy en día no han desarrollado la baja tolerancia a la frustración, lo que quiere decir que no se les ha enseñado a manejar sus emociones”, apuntó González.
Recomendó a todos los padres a no reprimir a sus hijos las emociones primarias y fortalecer el impacto a situaciones que los pueda abrumar.
Fortalecer la emociones
“La sociedad nos ha enseñado a que tenemos que ser fuertes, no ser débiles, los hombres no lloran, no se pueden mostrar aburridos, siempre felices y esto bloquea que se pueden expresar las verdaderas emociones”, acotó la psicóloga.
Indicó que las emociones primarias que siempre nos van a acompañar y sobre las cuales se debe trabajar son; alegría, ira, rabia, asco y sorpresa.
“Fortalecerlas a través de los lazos afectivos, implementar estrategias de respiración, gestionar dichas emociones y tener mayor autocontrol sobre ellas”, señaló la doctora.
Agregó que “es inevitable no sentir dichas emociones y muchas veces hacemos represión de ellas, es fundamental que podamos poner en palabras eso que nos duele, que nos agobia, nos hace sentir mal, para poder así buscar una ayuda”.
Finalmente indicó que es importante trasladar ese conocimiento a los niños, explicándoles que no está mal tener esos sentimientos, y mirar cómo resolverlo.
Agobiarse y tener problemas es común, la clave está en la resolución, para lo cual todo la tiene.
