La creación de este perro robot ha sido un proceso de colaboración entre estudiantes y profesores de dos instituciones, las cuales son la Universidad de Antioquia y el Instituto Tecnológico Metropolitano (ITM). Han utilizado la tecnología de la ingeniería biomédica para diseñar un modelo mecatrónico que simula de manera realista los parámetros fisiológicos de un perro vivo. Esto incluye la capacidad de identificar la reanimación cerebro cardiopulmonar, lo que resulta fundamental para los futuros veterinarios.
El perro robot no solo se limita a la apariencia externa, sino que también cuenta con una serie de sensores y dispositivos internos que imitan el funcionamiento de los órganos y sistemas del organismo canino. Esto permite a los estudiantes practicar procedimientos médicos y quirúrgicos en un entorno controlado y realista, sin poner en riesgo la vida de un animal real.
Además de su utilidad en el campo de la medicina veterinaria, este perro robot también tiene un potencial enorme en la investigación científica. Los investigadores pueden utilizarlo para probar nuevos tratamientos y terapias, así como para estudiar enfermedades y condiciones específicas en perros.
El desarrollo de este perro robot es solo un ejemplo de cómo la innovación tecnológica está transformando la educación y la investigación en el campo de la medicina veterinaria. Estas nuevas herramientas y recursos brindan a los estudiantes y profesionales la oportunidad de aprender y practicar de una manera más efectiva y realista.