José Diego Acosta Correa es el protagonista de la propuesta que nació de la dificultad que han tenido con su hija que tiene problemas de movilidad y a la que han tenido que privar de algunos viajes porque los sitios no cuentan con elementos que faciliten el desplazamiento y estadía de una persona con estas características.
En la finca El Otoño en el municipio de Pijao, se han adelantado algunas modificaciones para facilitar la movilidad de Valentina, la hija de Diego Acosta, que tiene discapacidad por una parálisis cerebral, la cual la tiene en silla de ruedas, “muchas veces en paseos que hacemos de la familia, hemos tenido dificultades para movilizarla, encontramos muchos sitios turísticos en donde ella quiere estar pero se vuelve imposible movilizarla por los lugares”, acotó el emprendedor, que además es médico.
Agregó que otra de las situaciones que los llevó a proponer este proyecto, es que en la finca reciben huéspedes con diferentes discapacidades, “eso nos ha llevado a pensar que además de tener huéspedes debemos pensar en algo que es muy raro, y es poder brindarles la posibilidad de poder traer a familiares con discapacidad para que disfruten de la naturaleza.
No vamos a hacer terapia, pero se facilita la movilidad por diferentes lugares del lugar, disfrutar de una piscina climatizada que ofrece la facilidad de ingreso a personas con limitación en su movilidad.
Para hacer realidad la propuesta, Acosta Correa relató que han presentado el proyecto al Sena en donde ya cuentan con asesor para convertir la idea en una propuesta de negocio y acceder a los recursos de un capital semilla que permita hacer las inversiones necesarios para poner el lugar a disposición de todas las personas.