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Fue judicializado el presunto cabecilla de organización delincuencial con influencia en el páramo de letras en Caldas y poblaciones de Tolima

La Fiscalía – Seccional Caldas, en coordinación con la Policía, impactó un grupo delincuencial que tenía atemorizados a los habitantes del Páramo de Letras en Manizales y algunos municipios de Tolima, la investigación permitió la captura del presunto cabecilla de la banda, Andrés Felipe Arango Ríos, alias el Comandante Danilo o Jerson. Según la investigación este hombre estuvo recluido en la cárcel de Cómbita en Boyacá, por el delito de extorsión en otro proceso.

Se evidenció que desde allí habría continuado con las llamadas extorsivas, así como al mando de la organización. Actualmente se encontraba en detención domiciliaria y al parecer no la cumplía. El 15 de febrero último, fue capturado en el barrio Las Gaviotas de Ibagué y, al ser presentado en audiencias, el juez le impuso medida de aseguramiento intramuros. Un fiscal especializado ante el Gaula le imputó los delitos de homicidio agravado, concierto para delinquir agravado, extorsión agravada en concurso homogéneo; fabricación, tráfico o porte de armas de fuego, y abigeato. El hombre no se allanó a los cargos.

El ente acusador cuenta con varias pruebas, entre ellas, interceptaciones telefónicas que evidenciarían las llamadas amenazantes que el hoy procesado al parecer les hacía a las víctimas, identificándose como integrante del ELN Bolcheviques del Líbano. De acuerdo con las denuncias, se tiene registro de por lo menos 10 casos en los que estaría implicado. Además, expuso el fiscal que Arango Ríos habría ordenado el homicidio deOvidio de Jesús Salazar Valencia, a quien asesinaron con disparos con arma de fuego el pasado 2 de febrero, en la vereda Damas Altas de Herveo.

El detenido supuestamente tenía bajo su mando varios hombres trabajando en las fincas de la región, lo que le permitía conocer todos los pormenores de los propietarios, detalles familiares y hasta financieros, para poder cobrar las extorsiones. Estas personas serían las intermediarias de las amenazas.