La donación de órganos es una de las acciones más altruistas y transformadoras que se pueden realizar. Para fomentar esta práctica en Colombia, la E.S.E Hospital San Juan de Dios, el Gobierno del Quindío y la Universidad del Quindío unieron esfuerzos para organizar el Primer Encuentro Nacional de Donación de Órganos “Un Corazón para el Quindío”. Este evento, que se llevó a cabo en el Centro Cultural Metropolitano de Convenciones de Armenia, congregó a expertos, autoridades e instituciones que buscan sensibilizar a la población sobre la importancia de esta práctica y la necesidad urgente de fomentar una cultura de donación en todo el país, pero especialmente en la región.
Uno de los momentos más significativos fue la participación de Luis Esteban Montoya Rodríguez, quien, gracias a la donación de un órgano, hoy es un ejemplo de esperanza para quienes se encuentran en lista de espera. Su historia simboliza lo que está en juego: vidas que pueden ser transformadas gracias a un acto de generosidad.
Durante el evento, destacados especialistas, como el Dr. Rubén Darío Camargo, Subdirector de la Red de Trasplantes y Banco de Sangre del Instituto Nacional de Salud (INS), y la Dra. Sandra Lorena Jiménez de la Cruz Roja Internacional, señalaron que uno de los mayores retos es derribar las barreras sociales y culturales que limitan la donación en Colombia. La situación en el Quindío también es alarmante: en 2023, solo tres personas de la región se sumaron al acto de donar, un número preocupante que subraya la urgencia de cambiar mentalidades.
La Dra. Diana Carolina Castaño Londoño, gerente del hospital, destacó que el Quindío, a pesar de ser una región con muchas oportunidades, tiene mucho que mejorar en términos de donación de órganos. En el país, más de 4.000 personas esperan un trasplante, y lamentablemente, una vida se pierde cada tres días debido a la falta de donantes. Es hora de concientizar y corregir mitos, como la falsa creencia de que los órganos de los donantes no pueden aprovecharse adecuadamente.
Este encuentro es solo el comienzo de un movimiento que, con el compromiso de todos los sectores, debe crecer para salvar más vidas. El trabajo conjunto de autoridades, médicos y la sociedad civil es clave para garantizar que más colombianos puedan acceder a un trasplante y disfrutar de una segunda oportunidad.

