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La tasa de inflación en Estados Unidos continúa disminuyendo; registró un 3,1% en noviembre

La tasa de inflación anual en los Estados Unidos experimentó una desaceleración hasta el 3,1% en noviembre de 2023, marcando su nivel más bajo en cinco meses. Esta cifra representa una reducción desde el 3,2% registrado en octubre y está en línea con las expectativas previas del mercado.

Contrariamente, en comparación con octubre, los precios al consumo experimentaron un ligero aumento del 0,1%, superando las previsiones que anticipaban una lectura plana. A pesar de esta disminución general, la inflación subyacente mostró cierta rigidez, con la tasa básica anual manteniéndose en un 4%, y la tasa mensual aumentando de 0,2% a 0,3%, en concordancia con las proyecciones.

El llamado índice básico de precios al consumidor, que excluye los costos de alimentos y energía, registró un aumento del 0,3% después de avanzar un 0,2% en octubre, según los datos gubernamentales. En comparación con el mismo periodo del año anterior, este índice experimentó un aumento del 4% por segundo mes consecutivo.

La preferencia de los economistas por la métrica básica como una medida más precisa de la tendencia inflacionaria en comparación con el IPC general se confirmó, ya que esta medida aumentó ligeramente después de mostrar escasos cambios en octubre, alcanzando un 3,1% en comparación con el mismo periodo del año anterior.

Los datos recopilados el martes resaltan la naturaleza volátil del proceso para alinear la inflación. Aunque las presiones sobre los precios han disminuido significativamente desde los máximos de varias décadas, la persistente fortaleza del mercado laboral sigue impulsando el gasto de los consumidores y la economía en general.

En este contexto, los funcionarios de la Reserva Federal inician este martes una reunión de dos días que se espera concluya con la decisión de mantener las tasas de interés estables.

El presidente Jerome Powell probablemente reiterará la postura de que él y sus colegas prefieren observar un retroceso más sostenible en el crecimiento de los precios antes de considerar ajustes en la política monetaria.