La Universidad del Quindío fue escenario de una transformación creativa gracias a la intervención artística Un lugar, no lugar, realizada por estudiantes del programa de Artes Visuales como parte de su proyecto final en la asignatura de Gestión Cultural. Esta actividad, liderada por el docente Sebastián Martínez Castro, combinó performance y muralismo para reflexionar sobre la manera en que las personas habitan y resignifican los espacios cotidianos.
El bloque de Ciencias Básicas se convirtió en un punto de encuentro donde la creatividad rompió con la rutina académica. En el mural, una figura femenina recostada evocó la relación entre naturaleza y espacio, mientras que en las escaleras adyacentes, los estudiantes extendieron una tela negra cubierta con cal para captar las huellas de quienes transitaban por el lugar. “Con estas acciones performáticas quisimos generar preguntas sobre el territorio que habitamos y cómo lo percibimos”, explicó Juan Pablo Tapias Gómez, estudiante de octavo semestre.
La actividad no solo embelleció el entorno universitario, sino que también promovió el diálogo y la reflexión colectiva. Yency Vanessa Ocampo Rodas, de séptimo semestre, destacó el carácter colaborativo del evento: “Esta experiencia nos permitió apropiarnos de un espacio común, representando cómo habitamos estos lugares de manera simbólica”.
A través de estas intervenciones, los estudiantes invitaron a la comunidad a reconsiderar su relación con los espacios que ocupan a diario, convirtiendo áreas de tránsito en escenarios de creatividad y crítica.