El clamor ha sido unánime. Médicos, pediatras, organizaciones gremiales, sociedad civil, madres, padres, niños y niñas de todo el país han alzado su voz en un derecho de petición dirigido al ministro de salud, Guillermo Alfonso Jaramillo. Su objetivo es claro: evitar el cierre de camas de hospitalización general de pediatría en Colombia y establecer un plan urgente para alcanzar el número mínimo de camas requeridas según los estándares establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Las cifras son alarmantes. Según el Reporte Especial de Prestadores de Servicios de Salud (REPS) del Ministerio de Salud en 2015, en Colombia existían 10.129 camas de hospitalización general de pediatría. Sin embargo, en julio de 2023, este número se ha reducido a 9.604, lo que representa una pérdida de 525 camas en todo el país destinadas a la atención de los menores de edad. Esta disminución en el número de camas de hospitalización general de pediatría ha generado una gran preocupación en la comunidad médica y en la sociedad en general. La atención de los niños y niñas es una prioridad absoluta, y contar con suficientes camas en los hospitales es fundamental para garantizar su bienestar y su pronta recuperación. Es por ello que se ha hecho un llamado urgente al ministro de salud para que tome medidas inmediatas y efectivas.
Es necesario establecer un plan de acción que permita restablecer el número mínimo de camas requeridas según los estándares internacionales. La OMS ha establecido pautas claras sobre la cantidad de camas necesarias para la atención pediátrica, y es responsabilidad del gobierno colombiano cumplir con estas recomendaciones. La falta de camas de hospitalización general de pediatría no solo pone en riesgo la salud de los niños y niñas, sino que también afecta la capacidad de los profesionales de la salud para brindar una atención de calidad. Los médicos y pediatras se ven desbordados por la falta de recursos y espacios adecuados para atender a sus pacientes, lo que sin duda repercute en la calidad de los servicios de salud que se ofrecen.
En el informe se menciona que la falta de camas en los hospitales para niños ha causado demoras en la atención, especialmente durante los momentos en que hay una mayor circulación de virus que afectan a los más pequeños. Esto ha llevado a una sobrecarga en los servicios de urgencias pediátricas, llegando incluso a superar el 150% y hasta el 200% de su capacidad, poniendo en peligro la calidad y la prontitud de la atención médica, así como la salud y la vida de los niños. Desde el año 2011, han estado solicitando a los distintos gobiernos que protejan los derechos prioritarios de los niños, tal como se establece en la Constitución Política de Colombia. Ahora, elevan estas peticiones al Ministro de Salud para que se implementen regulaciones especiales y subsidios para este servicio, de manera que las clínicas y hospitales puedan ser sostenibles y garantizar los derechos de los niños, niñas y adolescentes en todo el país.