A pesar de las controversias sobre el proceso electoral, el presidente Gustavo Petro asistió a la posesión de Daniel Noboa como presidente de Ecuador.
Previamente, Petro había expresado públicamente la necesidad de verificar las actas electorales antes de reconocer oficialmente los resultados, contrastando con la felicitación inmediata de la canciller Laura Sarabia. Sin embargo, su presencia en la ceremonia se justificó en su visión de una “Gran Colombia” revitalizada, una confederación de naciones con ciudadanía común, libre comercio, y un parlamento regional, entre otras propuestas.
Petro condicionó su apoyo a Noboa a la liberación de presos políticos, la lucha conjunta contra el crimen organizado, y un diálogo nacional democrático, reiterando la importancia de la cooperación regional en áreas como la energía y la cultura, mientras se mantiene la cooperación bilateral a pesar de las acusaciones de fraude electoral en Ecuador y otros países de la región.
