Jeferson Ramírez Bedoya, un montañista de 31 años originario de Manizales, fue despedido en su ciudad natal luego de que las autoridades encontraran su cuerpo tras varios días de búsqueda.
Su desaparición ocurrió después de que partiera del Valle de Cocora, en Salento (Quindío), con la intención de ascender hacia el Nevado del Tolima. El último contacto con sus familiares fue el martes 21 de octubre alrededor de las 4:00 p.m., cuando se estimó que se hallaba cerca de los 4.700 metros de altitud.
La operación de rescate se extendió por tres días y, finalmente, el cuerpo fue hallado en una zona de difícil acceso en el cañón, aproximadamente a 4.600 metros de altitud. La recuperación del cadáver implicó esfuerzos técnicos especiales: fue transportado inicialmente hasta el Valle de Cocora a lomo de caballo, y en un punto conocido como “El Planchón” se hizo la inspección forense a cargo de unidades del CTI.
Según versiones de quienes participaron en las tareas de búsqueda, Ramírez sufrió una caída por un precipicio en la zona montañosa. Las labores de rescate fueron obstaculizadas por el clima extremo (bajas temperaturas, niebla, vientos), la geografía compleja y la carencia de señal de comunicación en la zona alta.
Desde la Defensa Civil y otros organismos, se hizo un llamado a la prudencia para quienes emprenden expediciones en ecosistemas de alta montaña: recomendaron usar sistemas de geoposicionamiento (GPS), trazar rutas claras, contar con guías certificados y portar el equipo adecuado ante condiciones tan adversas.
Finalmente, el artículo señala que este trágico episodio representa el tercer deceso de un caminante en el Parque Nacional Natural Los Nevados durante el año 2025.

