La bacteria Klebsiella pneumoniae ha generado preocupación en los hospitales de Colombia debido a un brote que ha surgido en algunas regiones del país, como Bogotá, Valle del Cauca y la Costa Atlántica.
Uno de los hospitales afectados es el Hospital Universitario San Rafael de Tunja, un centro médico de renombre en Boyacá, que ha confirmado la presencia de la bacteria Klebsiella pneumoniae en sus instalaciones y ha destacado que este brote no es un caso aislado en el país.
Normalmente, la Klebsiella es una bacteria que se encuentra en el intestino de la mayoría de las personas sin causar daño, e incluso puede proteger contra otros gérmenes durante la digestión.
Sin embargo, cuando esta bacteria se encuentra fuera del intestino, puede ser mortal para los seres humanos. La forma más común de Klebsiella pneumoniae se contagia principalmente en los hospitales, como está sucediendo en el país.
Cuando la bacteria se encuentra fuera del intestino, puede causar infecciones que resultan en neumonía, sepsis, infecciones en heridas o en el tracto urinario. Si estas infecciones no se controlan, pueden ser mortales para el paciente.
La Klebsiella es una bacteria anaerobia, lo que significa que no utiliza oxígeno en su organismo, pero el oxígeno no le resulta tóxico. Es inmóvil, tiene una cápsula protectora y se encuentra en las mucosas de mamíferos. En los seres humanos, coloniza la nasofaringe y el tracto gastrointestinal.
Cuando esta bacteria se encuentra en entornos hospitalarios, se le conoce como una “superbacteria” debido a su resistencia a los antibióticos, lo que la hace difícil de tratar con la mayoría de los medicamentos.
El contagio de la bacteria ocurre a través del contacto con la piel, las mucosas, las heridas o la orina de una persona infectada. También puede transmitirse a través del contacto con materiales contaminados, como catéteres, sondas o equipos de ventilación asistida, e incluso en la superficie de quirófanos.
Existen muchas personas que son portadoras de esta bacteria sin saberlo, ya que no desarrollan infecciones. Sin embargo, estas personas tienen un mayor riesgo de transmitir la bacteria a pacientes inmunosuprimidos, donde puede causar infecciones graves.
Los grupos de personas más susceptibles a esta bacteria son aquellos que están ingresados en unidades de cuidados intensivos, los recién nacidos, los pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (Epoc), los diabéticos, los alcohólicos y aquellos con problemas en su sistema inmunológico.
Para diagnosticar esta bacteria, se deben tomar muestras de las mucosas de la boca y la nariz, del tracto respiratorio superior (como la garganta y la laringe), de la orina, de la sangre u otros tejidos infectados. Estas muestras se someten a una técnica de tinción de Gram, que es un procedimiento estándar para detectar infecciones bacterianas e incluso infecciones por hongos.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) destaca la importancia de seguir medidas de higiene, como lavarse las manos regularmente, usar guantes para proteger las manos y limpiar la ropa al entrar en contacto con pacientes infectados.
Además, se ha enfatizado la necesidad de limpiar regularmente las superficies en hospitales y centros de salud, incluyendo la desinfección de áreas de alto contacto como sillas, camas y mesas al menos dos veces al día.

