La escasez de insulina glargina, tanto en su presentación de 100 UI como de 300 UI, ha alcanzado niveles preocupantes durante el mes de febrero, debido al incremento en la demanda y la limitada oferta de este medicamento vital para pacientes con diabetes. Ante esta situación, las autoridades han tomado medidas urgentes, incluyendo el seguimiento constante de la disponibilidad del medicamento en coordinación con los titulares de los registros sanitarios pertinentes.
Un portavoz de la entidad regulatoria señaló que se ha establecido contacto con el laboratorio fabricante para agilizar el proceso. Se ha identificado que uno de los principales fabricantes enfrenta problemas con algunos lotes del producto, aunque aún no se ha recibido el reporte oficial por parte del titular del registro sanitario para iniciar las evaluaciones correspondientes y declarar el desabastecimiento. Esta crisis está teniendo un impacto significativo en los pacientes, como lo demuestra el caso de Juliana Ruiz, madre de un niño con diabetes.
La falta de disponibilidad del medicamento obliga a los afectados a recurrir a la compra en farmacias, lo que genera una carga adicional en sus finanzas. La preocupación y la incertidumbre se han incrementado tanto entre la comunidad médica como entre los pacientes, quienes dependen de la insulina glargina para mantener niveles adecuados de glucosa en sangre y prevenir complicaciones graves asociadas con la diabetes.
