Con el propósito de identificar de cerca las realidades y retos de salud pública en el departamento, se han intensificado los recorridos por diferentes municipios del Quindío, incluyendo Salento y Circasia. Durante estos encuentros, las comunidades han compartido sus principales dificultades relacionadas con el acceso a los servicios de salud, la infraestructura y los programas de prevención.
Carlos Alberto Gómez Chacón, líder del sector de salud en el departamento, destacó que estas visitas buscan generar un vínculo más estrecho con la población: “Queremos escuchar directamente a los ciudadanos, entender sus problemáticas y, sobre todo, trabajar en soluciones concretas que respondan a sus necesidades”.
Un aspecto clave que ha surgido en los diálogos es la importancia de fortalecer la colaboración entre los planes locales de salud y las estrategias departamentales. La asistencia técnica ha sido señalada como un mecanismo para optimizar la atención en los barrios y corregimientos, lo que podría traducirse en una mejor calidad de vida para los habitantes.
Entre los desafíos detectados se encuentra la creciente necesidad de atención en salud mental, especialmente en jóvenes de zonas urbanas y estudiantes. “Estamos promoviendo líneas de acción más efectivas en este tema. Desde la línea de atención en salud mental y el Plan de Intervenciones Colectivas, queremos ofrecer herramientas que permitan a las familias y comunidades enfrentar problemáticas como la ansiedad, la depresión y el consumo de sustancias”, aseguró Gómez Chacón.
Estas jornadas no solo visibilizan los retos de las comunidades, sino que también impulsan el compromiso de las autoridades y la ciudadanía para construir un sistema de salud pública más inclusivo y eficiente.