La mención de la palabra “cerdo” suele evocar de inmediato la asociación con la grasa y, consecuentemente, con la idea de algo poco saludable. Sin embargo, la realidad dista mucho de esta percepción. Esta perspectiva se aclara a raíz de una investigación realizada por la Escuela de Medicina de la Universidad de Boston, cuyos hallazgos, publicados en la revista científica Plos One, destacan características que sugieren que el consumo de ciertas partes del cerdo, como el chicharrón, puede ser beneficioso para la salud, incluso más que alimentos como la espinaca, la zanahoria o el pollo, debido a su contenido de ácido oleico.
Los investigadores sostienen que el ácido oleico, aunque su papel en las respuestas inmunitarias aún genera debate, puede mejorar la respuesta inmune, facilitando la eliminación de patógenos como bacterias y hongos al influir en diversos componentes del sistema inmunológico, como macrófagos, linfocitos y neutrófilos.
En resumen, el ácido oleico aporta beneficios a la salud y al bienestar humano, especialmente en aspectos hepáticos y cardiovasculares. Contribuye al equilibrio, ayuda a mantener un peso corporal saludable al influir en la regulación del metabolismo, minimiza el riesgo de artritis reumatoide y fortalece las defensas, según explican en Mueloliva.
Adicionalmente, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) respalda la afirmación de que la proteína presente en el cerdo favorece la masa corporal y protege los huesos debido a su elevado contenido de colágeno.
Entonces, en respuesta a la pregunta de si es perjudicial consumir chicharrón de cerdo, la respuesta es no. Este alimento carece de carbohidratos y, en cambio, ofrece beneficios nutricionales significativos, como una concentración relevante de grasas, proteínas de alto valor biológico beneficiosas para los músculos, así como vitaminas A y B, según destaca el nutriólogo Saúl Sánchez Arias en su artículo “Mejor con salud”.