Según la Sociedad Española de Neurología (SEN), entre el 22 y el 30% de los españoles sufren trastornos del sueño, siendo el insomnio el más común. Sin embargo, un estudio reciente liderado por las psicólogas Erla Bjornsdottir y Elin Helga Thorarinsdottir de la Universidad de Reykjavik sugiere que el ejercicio regular puede ser la clave para combatir este problema.
Publicado en la revista BMJ Open, el estudio analizó a 4.339 adultos de mediana edad en nueve países europeos, observando sus hábitos de ejercicio y calidad del sueño.
Los resultados revelaron que aquellos que se mantenían activos tenían menos dificultades para conciliar el sueño y eran menos propensos a sufrir insomnio que los sedentarios. Específicamente, aquellos que realizaban actividad física regularmente tenían un 42% menos de probabilidades de tener dificultades para dormir, un 22% menos de riesgo de padecer insomnio y un 40% menos de posibilidades de experimentar múltiples síntomas de este trastorno.
Además, las personas que se ejercitaban regularmente tenían un 55% más de probabilidades de dormir entre seis y nueve horas por noche, la cantidad recomendada, y un menor riesgo de dormir demasiado poco o demasiado.
El estudio también encontró que aquellos que comenzaron a hacer ejercicio durante el estudio tenían un 21% más de probabilidades de normalizar sus patrones de sueño en comparación con los que permanecieron sedentarios.
Los investigadores concluyen que el ejercicio no solo promueve un mejor descanso nocturno, sino que también fomenta un estilo de vida más saludable en general. Estos beneficios se mantienen incluso después de considerar factores como la edad, el sexo y el índice de masa corporal.