Juan Camilo Tabares, presidente del Concejo de Armenia, hace un balance de su gestión al frente de esta corporación, destacando los avances logrados durante su periodo que concluirá el 31 de diciembre. Según Tabares, este año fue clave para modernizar la entidad y abordar temas cruciales para la ciudad, logrando posicionar al Concejo como un órgano eficiente, organizado y más cercano a los ciudadanos.
“Organizar la casa” como punto de partida
Para Tabares, el primer paso fue modernizar el funcionamiento interno del Concejo Municipal. “Aunque somos una entidad pública y político-administrativa, enfoqué mi gestión con un modelo gerencial. Implementamos planes estratégicos en talento humano y planeación, dignificando la estructura organizacional. Pasamos de tener una secretaría asistencial a una dirección general, mejoramos la infraestructura y actualizamos la tecnología con nuevas redes, micrófonos y sistemas de comunicación”, explicó.
Además, resalta que estos cambios no solo impactaron el funcionamiento interno, sino también la percepción ciudadana: “La conmemoración de los 135 años de Armenia incluyó mejoras simbólicas, como una pintura del fundador Jesús María Ocampo, conocida como Tigreros, y la renovación de las graderías del recinto después de 25 años”.
Un Concejo al servicio de la ciudad
En cuanto a la relación con la ciudadanía, Tabares subrayó su apuesta por la comunicación efectiva: “Me aseguré de que cada decisión, debate y proyecto discutido en el Concejo fuera comunicado de manera transparente. A través de transmisiones en vivo y comunicados de prensa diarios, logramos que más personas se interesaran en nuestro trabajo. De hecho, pasamos de 300 a casi 2.000 seguidores en redes sociales”.
El presidente también lideró iniciativas descentralizadas, llevando sesiones del Concejo a corregimientos como El Caimo y entidades como Empresas Públicas de Armenia (EPA), con resultados concretos en temas de infraestructura, cultura ciudadana y disposición de residuos.
Debates y proyectos clave
Durante su presidencia, el Concejo abordó proyectos de alto impacto para Armenia. Entre ellos, la revisión excepcional del Plan de Ordenamiento Territorial (POT), la armonización presupuestal y la modificación del Plan de Desarrollo Municipal. Según Tabares, estos procesos requirieron un consenso entre los 19 concejales, logrando acuerdos que beneficiaron a la ciudad.
“Uno de los mayores retos fue la aprobación de proyectos estratégicos como el aumento de los cupos del Programa de Alimentación Escolar (PAE) y la inclusión del Centro de Bienestar Animal en el plan de desarrollo. También tuvimos que tomar decisiones controversiales, como el empréstito y el proyecto de fotodetección. En este último, voté negativamente porque consideré que no era el momento adecuado, aunque el proyecto no era malo en esencia”, afirmó.
El desafío de recuperar la confianza ciudadana
Tabares reconoce que uno de los principales retos fue cambiar la percepción negativa hacia el Concejo: “Sabemos que, a nivel nacional, los concejos y asambleas tienen poca credibilidad. Sin embargo, trabajamos para demostrar que esta corporación sí aporta al desarrollo de la ciudad. Logramos debates productivos, pero también nos esforzamos por mantener el respeto entre los colegas y hacia la administración municipal”.
Finalmente, el presidente saliente destacó la reciente actualización de las tarifas de alumbrado público como un ejemplo de justicia tributaria: “Ahora el cobro es proporcional al consumo. Esto beneficia a los pequeños empresarios y establece un esquema más equitativo para la ciudad”.
Con satisfacción, Tabares concluye su periodo con la certeza de haber dejado un Concejo más organizado y conectado con las necesidades de Armenia. “El reto principal sigue siendo generar confianza, y creo que dimos los primeros pasos para que los ciudadanos vuelvan a creer en la clase política y en su capacidad para construir una ciudad mejor”.