Armenia registró en el trimestre abril-junio de 2025 una tasa de desempleo del 10,4 %, lo que representa una disminución de 1,4 puntos porcentuales frente al mismo periodo de 2024, según cifras del Dane. Sin embargo, la informalidad laboral en la ciudad en el mismo lapso de tiempo alcanzó el 43,4 %, es decir, 4 puntos porcentuales más que hace un año.
Para Juan Carlos Vásquez, coordinador del Observatorio Económico de la Secretaría de Hacienda de Armenia, el aumento de la informalidad se explica en parte por dos factores: el incremento del salario mínimo y la expectativa de la reforma laboral. “Esto eleva los costos laborales de las empresas, que son costos variables, disminuye sus beneficios y lleva a congelar nóminas o frenar contrataciones. Muchas personas que pierden su empleo optan por trabajar de manera independiente, sin cotizar a seguridad social o pensión, lo que incrementa la informalidad”, señaló.
Vásquez advirtió que esta situación puede derivar en menores ingresos para los hogares, especialmente en los estratos bajos, aumentando el riesgo de pobreza en el mediano plazo. No obstante, destacó que, pese al aumento, Armenia ocupa el puesto 18 entre 23 ciudades en niveles de informalidad, lo que la ubica entre las de menor registro a nivel nacional. También resaltó la necesidad de promover en la ciudad una “mentalidad empresarial de largo plazo” para garantizar la sostenibilidad del empleo formal.
Por su parte, el concejal José Ignacio Rojas alertó que la reducción del desempleo no necesariamente es una señal positiva si está asociada a un incremento de la ocupación informal. “Lo que tenemos es más personas por cuenta propia, no empleos formales. Esto refleja que nos estamos equivocando en el tipo de políticas públicas para el desarrollo económico de la ciudad”, afirmó.
Rojas recordó que el 95 % de las empresas formales en Armenia son micro y pequeñas, por lo que pidió políticas de acompañamiento y fortalecimiento para que puedan conservar y ampliar sus puestos de trabajo. Criticó la falta de una zona industrial, de un ordenamiento territorial actualizado y de estrategias claras para atraer inversión. “La forma de reducir la informalidad es fortalecer al formal. Si no generamos condiciones para que las empresas se instalen, las oportunidades se irán a otros territorios”, advirtió.
Tanto Vásquez como Rojas coincidieron en que el desafío para Armenia es equilibrar la reducción del desempleo con el fortalecimiento del empleo formal, a través de políticas que fomenten la competitividad, el emprendimiento sostenible y la estabilidad empresarial.

