La junta directiva del Banco de la República ha reducido su tasa de política monetaria en un 0,25%, llevándola de 13,25% a 13%.
Desde mayo, la tasa se mantenía en 13,25%, el nivel más alto en dos décadas, debido a la creciente inflación. La junta tomó esta decisión, por mayoría, tras considerar varios factores, incluyendo la disminución observada durante ocho meses del Índice de Precios al Consumidor (IPC), también conocido como inflación.
“La inflación continuó la tendencia decreciente que ha mantenido durante los últimos ocho meses y en noviembre se ubicó en 10,15%. Esta tendencia se vio favorecida en noviembre por el buen comportamiento de los precios de los alimentos, cuya inflación anual se ubicó en 8,25%, inferior en más de dos puntos porcentuales a la registrada en octubre. El rubro de regulados continuó presionando la inflación al alza, debido a los incrementos en los precios de los combustibles y la energía”, añadió el comunicado leído por Leonardo Villar, gerente de la entidad.
En relación con los datos económicos divulgados por el Dane sobre la dinámica económica, se indicó que “la actividad económica continúa desacelerándose. El índice de seguimiento de la economía (ISE) presentó una variación anual de -0,4% en octubre. El equipo técnico revisó a la baja su pronóstico de crecimiento para 2023 del 1,2% al 1%, retornando de esa manera a la proyección que se tenía hasta agosto”.
En un contexto de incertidumbre sobre el ajuste del salario mínimo para 2024, el Banco planteó: “La Junta Directiva hace un llamado a la cautela en el ajuste del salario mínimo, de tal manera que su aumento no exceda de forma significativa la variación anual del índice de precios al consumidor en 2023.
Lo anterior teniendo en cuenta las ganancias en poder adquisitivo que se obtuvieron en 2023 y que se esperan en 2024 como resultado de la caída prevista de la inflación”.