La Personería Distrital de Medellín ha emitido una alerta al Ministerio de Salud y al Ministerio de Igualdad sobre las repercusiones del cierre de servicios de obstetricia en la ciudad.
Desde principios de 2023, aproximadamente doce IPS en Medellín han informado sobre la interrupción de sus servicios obstétricos debido a problemas económicos, y seis de ellas ya han cerrado. Esto ha reducido la capacidad de atención no solo en Medellín, donde nacen más de 27,000 bebés al año, sino también en el departamento, colocando una mayor presión en la atención obstétrica de la capital antioqueña.
Adicionalmente, la Procuraduría Provincial de Rionegro y la Personería de Rionegro han enviado una alerta al Ministerio de Salud y Protección Social por la posible clausura del servicio de obstetricia en la clínica San Juan de Dios de La Ceja debido a la crisis financiera del sistema de salud colombiano, a partir del 30 de noviembre.
El cierre del servicio de maternidad de la Clínica del Rosario y la saturación de los servicios de parto en hospitales como el San Vicente, junto con el deterioro en la prestación de la red pública de Metrosalud, han contribuido a la situación. La Clínica de las Américas Auna también anunció limitaciones, ya que solo cuenta con una sala de partos y no puede asumir una demanda adicional.
La problemática subyacente se remonta a causas estructurales identificadas en un estudio realizado en 2016 por la Alcaldía de Medellín y la Universidad de Antioquia. El estudio reveló que el costo promedio de servicios de parto en varias IPS era de $1,088,710, mientras que el reembolso promedio del asegurador era de $1,028,049, lo que generaba pérdidas operativas.
La lógica de rentabilidad ha creado un círculo vicioso en el que se reducen los incentivos para mantener servicios materno-infantiles, llevando a la saturación de la red entre las IPS que siguen operando. Esta situación no solo afecta la cantidad diaria de partos atendidos en Medellín, sino que también impacta negativamente en las condiciones de aprendizaje y bienestar laboral de los profesionales de la salud. Además, genera preocupación por el posible aumento desproporcionado en las cifras de morbi-mortalidad materna, las barreras para el acceso a interrupciones voluntarias del embarazo en condiciones dignas, y el incremento de la violencia obstétrica y reproductiva.
La Personería destaca el impacto potencial del cierre de servicios de obstetricia en el Hospital San Vicente Fundación, ya que es la única entidad que brinda atención especializada en cardiología para pacientes obstétricas, lo que podría afectar directamente las cifras asociadas a la morbi-mortalidad materna.