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Según un estudio, la ocurrencia de un accidente cerebrovascular en el cónyuge podría incrementar el riesgo de depresión en la pareja

El análisis publicado este mes sugiere que los cónyuges de personas que sufren infartos de miocardio, accidentes cerebrovasculares e insuficiencia cardíaca pueden enfrentar un riesgo elevado de depresión. Para llegar a esta conclusión, el estudio, publicado en la revista médica JAMA Network Open, analizó a 277,142 matrimonios inscritos en el programa de la Asociación Japonesa de Seguros de Salud, que representa aproximadamente el 40% de los adultos japoneses en edad laboral.

Los investigadores emparejaron a adultos casados cuyos cónyuges experimentaron un accidente cerebrovascular, insuficiencia cardíaca o infarto de miocardio entre 2016 y 2022 con un grupo de control de parejas casadas similares cuyos cónyuges no sufrieron tales eventos. La investigación reveló que el 95% de las personas que sufrieron eventos cardiovasculares eran varones.

Entre las parejas analizadas, 4,876 (alrededor del 1.8%) experimentaron un nuevo episodio de depresión durante el período de estudio. Sin embargo, la cifra fue significativamente mayor entre los cónyuges de personas que habían sufrido un episodio cardiovascular, incluso después de ajustar por edad, sexo, ingresos y otros factores demográficos.

En términos generales, se encontró que los cónyuges de personas que sufrieron eventos cardiovasculares tenían un riesgo de depresión entre un 13% y un 14% mayor que sus homólogos. Este riesgo era aún mayor para aquellos cuyos cónyuges habían sufrido un derrame cerebral o insuficiencia cardíaca en comparación con aquellos cuyos cónyuges habían tenido un infarto de miocardio.

Los investigadores destacan que el gran tamaño de la muestra y los métodos estadísticos utilizados llenan un vacío de conocimiento sobre la salud mental de los cónyuges de personas con problemas cardíacos. Además, señalan que estos cónyuges enfrentan una carga adicional de cuidados, costos económicos, dolor y estigmatización cuando sus parejas sufren accidentes cardiovasculares.

Basándose en estos resultados, los investigadores reclaman una atención primaria integral para estos cónyuges, así como una mejor colaboración entre cardiólogos y psiquiatras y más apoyo dentro de las comunidades.

En un editorial publicado simultáneamente en JAMA Network Open, dos expertos chinos en salud pública sugieren que la investigación futura debería expandirse para incluir no solo a los cónyuges, sino también a otros familiares y cuidadores.

Afirmaron que el estudio debería alentar a los lectores a considerar tanto la capacidad de recuperación de los cuidadores como los mecanismos de afrontamiento tras tales afecciones de la salud.