Un reciente estudio ha arrojado luz sobre los posibles efectos adversos para la salud cardiovascular de vivir cerca de bares y restaurantes de comida rápida. Estos establecimientos, reconocidos por su oferta de alimentos y bebidas poco saludables y de consumo rápido, podrían estar relacionados con un mayor riesgo de insuficiencia cardíaca.
El autor principal del estudio, Lu Qi, profesor del departamento de epidemiología de la Universidad de Tulane en Nueva York, resaltó la importancia de este descubrimiento al señalar que la mayoría de las investigaciones previas sobre nutrición y salud humana se han centrado en la calidad de los alimentos, sin considerar el impacto del entorno alimentario. Qi agregó que su estudio pone de relieve la relevancia de tener en cuenta dicho entorno en la investigación nutricional.
La investigación se basó en datos del UK Biobank, una amplia base de datos que incluye información de salud de más de 500 mil adultos en el Reino Unido.
Los científicos evaluaron la relación entre la proximidad a tres tipos de establecimientos de alimentación: bares, restaurantes o cafeterías, y restaurantes de comida rápida. Se midió la exposición considerando la cercanía (vivir a menos de 1 km o a una caminata de hasta 15 minutos) y la densidad (el número de establecimientos de comida rápida dentro del área definida). Durante un seguimiento de 12 años, se registraron casi 13 mil casos de insuficiencia cardíaca en bases de datos nacionales.
El estudio reveló que una mayor proximidad y densidad de restaurantes o bares de comida rápida estaban asociadas con un mayor riesgo de insuficiencia cardíaca. Estos resultados resaltan la importancia de considerar el entorno alimentario al abordar las preocupaciones de salud cardiovascular.
La elección de la ubicación residencial podría desempeñar un papel fundamental en la promoción de estilos de vida saludables y en la prevención de enfermedades cardíacas.