El consumo de café y té ha sido relacionado con una disminución en el riesgo de desarrollar cáncer de cabeza y cuello, según datos extraídos de un análisis exhaustivo que incluyó a casi 25.000 personas. Este estudio, respaldado por el Consorcio Internacional de Epidemiología del Cáncer de Cabeza y Cuello, reveló que consumir más de cuatro tazas de café al día puede reducir en un 17 % el riesgo general de esta enfermedad.
De manera específica, el hábito de tomar café mostró beneficios destacados: una reducción del 30 % en cáncer de cavidad oral, un 22 % en cáncer de garganta y hasta un 41 % en cáncer de hipofaringe. Incluso el café descafeinado registró un impacto positivo al disminuir un 25 % el riesgo de cáncer en la cavidad bucal. Por otro lado, beber té, aunque en menor cantidad, también presentó ventajas, con una reducción del 9 % en cáncer de cabeza y cuello y un 27 % en hipofaringe.
Los investigadores sugieren que los polifenoles, compuestos bioactivos presentes tanto en el café como en el té, podrían ser responsables de estos efectos al actuar como antioxidantes y anticancerígenos, inhibiendo procesos como la proliferación celular y la metástasis. Sin embargo, advierten que el consumo excesivo de estas bebidas debe evitarse y subrayan la necesidad de más estudios para confirmar estos hallazgos.
Tom Sanders, profesor del King’s College de Londres, señaló que factores como el tabaco y el alcohol también deben considerarse en estos análisis, ya que podrían influir en los resultados. A pesar de estas precauciones, los datos son alentadores para quienes consumen estas bebidas de manera regular.