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Un estudio sugiere que dejar de consumir carne podría ser beneficioso para evitar los ronquidos

Un estudio reciente sugiere que la dieta de una persona puede desempeñar un papel importante en su riesgo de desarrollar apnea obstructiva del sueño (AOS). Según investigadores de la Universidad de Flinders en Adelaida, Australia, aquellos que siguen una dieta saludable basada en plantas, rica en verduras, frutas, granos integrales y frutos secos, tienen menos probabilidades de sufrir apnea del sueño. Por el contrario, aquellos que consumen más carne o siguen dietas vegetarianas poco saludables, que son altas en azúcar, carbohidratos y sal, tienen un mayor riesgo de desarrollar apnea del sueño.

El estudio, publicado en la revista ERJ Open Research, analizó datos de más de 14,000 participantes en una encuesta de salud y nutrición de EE. UU. Los resultados mostraron que las personas con una dieta basada en plantas tenían un 19% menos de probabilidades de tener apnea del sueño en comparación con aquellas con una ingesta más baja de alimentos de origen vegetal. Sin embargo, aquellos que consumían una dieta poco saludable basada en plantas tenían un riesgo un 22% más alto.

Curiosamente, la dieta basada en plantas pareció ser más efectiva para reducir el riesgo de apnea del sueño en hombres, mientras que aumentó el riesgo en las mujeres. Esto resalta la necesidad de intervenciones dietéticas personalizadas para las personas con apnea del sueño. Aunque no se comprende completamente por qué una dieta basada en plantas reduce el riesgo de apnea del sueño, se especula que podría estar relacionado con la reducción de la inflamación y la obesidad, factores importantes en el desarrollo de la AOS.

Los investigadores planean continuar estudiando cómo los alimentos ultraprocesados y otras interacciones dietéticas pueden influir en el riesgo de apnea del sueño a largo plazo. En resumen, estos hallazgos subrayan la importancia de adoptar una dieta saludable, que incluya una amplia variedad de verduras, frutas y cereales integrales, mientras se minimiza el consumo de alimentos poco saludables y bebidas azucaradas, como una medida para controlar o prevenir la apnea del sueño.