Un juzgado de Armenia condenó a ocho años de prisión al ex patrullero de la Policía Quindío, Jorge Iván Claros Calderón, por el delito de concusión.
La sentencia se produjo luego de que se comprobara que Claros Calderón, junto a dos compañeros, exigió un soborno de ocho millones de pesos a un detenido en 2013 a cambio de no imputarle cargos por porte ilegal de armas.
Los hechos se remontan al 26 de agosto de 2013, cuando Diego Ferley Osorio Hortúa fue detenido y llevado a la URI por el presunto delito de porte ilegal de armas.
Aprovechándose de su posición como custodio en la URI, Claros Calderón, junto al patrullero Wálter Pareja, convencieron a Osorio Hortúa de pagarles ocho millones de pesos asegurando que contaban con la complicidad del fiscal a cargo del caso y así evitaría ir a prisión.
El 9 de septiembre de 2013, Osorio Hortúa accedió al chantaje y fue trasladado por el patrullero Fáber Escobar Arias a un banco en Armenia para retirar el dinero. Tras obtener el dinero, la víctima fue devuelta a la URI donde entregó el soborno a Claros Calderón.
La denuncia interpuesta por Osorio Hortúa fue fundamental para destapar el caso de corrupción policial e iniciar el proceso judicial contra los tres patrulleros implicados.
Es de mencionar que Claros Calderón fue declarado persona ausente durante el proceso al no comparecer a las audiencias preliminares. Este caso se suma al del subintendente Wálter Augusto Pareja León, quien ya había aceptado cargos por concusión en el mismo proceso.
