Este fin de semana, la Fiscalía de Venezuela anunció la reapertura del caso relacionado con la muerte del reconocido cantante de rap Tyrone González, más conocido como Canserbero, quien falleció en 2015 tras caer desde un edificio, inicialmente atribuido a un posible suicidio.
El fiscal general, Tarek William Saab, informó a través de X (anteriormente Twitter) que el Ministerio Público designó la Fiscalía 85 nacional plena para reabrir el caso, respondiendo al clamor de familiares y amigos del icónico artista.
Canserbero, reconocido por su aguda habilidad para componer letras críticas y contundentes con el propósito de generar conciencia, comenzó su incursión en el rap y géneros afines a una edad temprana, evolucionando sus letras a medida que maduraba como persona. A pesar de su juventud, encabezó la lista de los mejores cantantes de rap en español según la revista Rolling Stone.
Su trágica muerte a los 26 años ocurrió al caer desde un décimo piso en Maracay, capital del estado Aragua (centro-norte). En el momento de su fallecimiento, se encontraba en la casa de un amigo que había muerto recientemente por apuñalamiento. Inicialmente se especuló sobre un suicidio, pero las circunstancias de su muerte resultaron confusas.
El fiscal Saab solicitó que el caso no fuera cerrado, y tras la nueva apertura, ordenó una serie de diligencias, incluyendo una inspección técnica del lugar del suceso, levantamiento planimétrico, citaciones a testigos presenciales y referenciales, evaluación del protocolo de autopsia con miras a una posible exhumación, y otras investigaciones de interés criminalístico y forense.
La decisión de reabrir el caso fue impulsada por el clamor de familiares y amigos de Canserbero. El rapero y compositor Prieto Gang expresó que la muerte más dolorosa para Canserbero fue la falsedad de la cultura Hip-Hop venezolana durante su vida, cuando se sintió abandonado.
Prieto Gang también rechazó la idea de que la muerte de Canserbero fuera un suicidio y pidió que cesaran las afirmaciones en ese sentido. En vida, Canserbero afirmaba que sus mensajes musicales eran tanto positivos como una forma de desahogo por las decepciones y rabias que experimentaba, y enfatizaba su deseo de ser sincero en lugar de un modelo a seguir.