El lunes, la Federación Alemana (DFB) anunció el fallecimiento a los 78 años de Franz Beckenbauer, leyenda del fútbol alemán, quien logró la hazaña de ser campeón mundial tanto como jugador en 1974 como seleccionador en 1990.
Nacido en Múnich el 11 de septiembre de 1945, Beckenbauer, apodado ‘El Káiser’, dejó una huella imborrable como excapitán de la selección de la República Federal Alemana en la década de 1970, seleccionador de la Mannschaft de 1984 a 1990 y dirigente del Bayern Múnich en los años 1990. Sin embargo, en los últimos años, se retiró de la actividad pública debido a problemas de salud.
A lo largo de su destacada carrera, Beckenbauer demostró ser uno de los mejores futbolistas y técnicos de la historia, no solo en Alemania sino en el mundo entero. Ganó dos Balones de Oro en 1972 y 1976, siendo el primer defensa central en lograr tal distinción. Hasta sus últimos días, ocupó el cargo de presidente honorario del Bayern Múnich.
Con el Bayern, conquistó la Recopa de Europa en 1966/1967, tres Copas de Europa en 1973/1974, 1974/1975 y 1975/1976, así como una Copa Intercontinental en 1976. Además, fue fundamental en los cuatro títulos de la Bundesliga obtenidos en 1969, 1972, 1973 y 1974, y logró cuatro Copas de Alemania en 1966, 1967, 1969 y 1971.
A pesar de retirarse de la vida pública en los últimos años debido a problemas de salud y a un escándalo relacionado con presuntas irregularidades en la obtención de la sede del Mundial 2006 para Alemania, Beckenbauer dejó un legado imborrable. Con la selección alemana, disputó 103 partidos y participó en tres Copas del Mundo y dos Campeonatos Europeos.
Franz Beckenbauer se une a la selecta lista de tres hombres, junto con el brasileño Mario Zagallo y el francés Didier Deschamps, que han ganado la Copa del Mundo tanto como jugador (en 1974) como entrenador (en 1990). Su impacto perdurará en la historia del fútbol.
