La vida de Jennifer Caldwell era activa y llena de energía. Tenía dos trabajos y se ocupaba de su hija y sus padres.
Sin embargo, hace casi una década, todo cambió cuando desarrolló una infección bacteriana que la dejó con mareos intensos, fatiga y problemas de memoria. Desde entonces, ha luchado contra la encefalomielitis miálgica/síndrome de fatiga crónica (EM/SFC), una condición que ha transformado su vida por completo.
“No he estado bien desde entonces, y no he trabajado ni un solo día desde entonces”, revela Caldwell. Sus síntomas incluyen un mareo severo cada vez que sus piernas no están elevadas. Además, la condición ha afectado su capacidad cognitiva, dificultando la lectura y la retención de información nueva.
Hace siete años, Caldwell se convirtió en una de las 17 participantes en un estudio de pacientes con EM/SFC iniciado por los institutos nacionales de salud.
Los hallazgos de este estudio, publicados en la revista Nature Communications, revelaron diferencias fisiológicas notables en el sistema inmunitario, la función cardiorespiratoria, la microbiota intestinal y la actividad cerebral de los pacientes con EM/SFC en comparación con un grupo de control de 21 participantes saludables.
Uno de los hallazgos más destacados fue la activación crónica del sistema inmunitario en los pacientes con EM/SFC. Esto sugiere que el cuerpo está en constante lucha contra una amenaza microbiana, lo que puede contribuir a los síntomas persistentes de la enfermedad.
Para Caldwell, la participación en el estudio fue un proceso sombrío, especialmente cuando sus resultados mostraron una puntuación baja en las escalas de funcionamiento físico y vitalidad. Sin embargo, su principal esperanza es que este estudio anime a los médicos y a la sociedad en general a tomar en serio la EM/SFC y a proporcionar un mejor apoyo a quienes la padecen.
“Durante tanto tiempo me han menospreciado”, afirma Caldwell. “Así que la validación es muy importante para mí”.