El escritor quindiano Eduardo Orozco Jaramillo expresó su agradecimiento a la Secretaría de Cultura del Quindío por resaltar la distinción que recibió de la Asociación Mundial de Escritores Latinoamericanos en Argentina. Este reconocimiento fue otorgado por su obra América, mitos y leyendas. Historias que no se cuentan, que le valió el prestigioso premio El Pombero de Oro, un galardón inspirado en el mito guaraní de la región que comparten Brasil, Paraguay, Uruguay y Argentina.
En sus declaraciones, Orozco explicó que su libro recoge y resignifica el papel de los mitos latinoamericanos, ubicándolos en el contexto de los graves problemas sociales y ambientales que aquejan al continente. El escritor subrayó que su obra inicia con un mito del Canadá y recorre toda América, desde el norte hasta el sur, revelando las problemáticas más urgentes de cada región.
“Por ejemplo, en Canadá, la devastación de los bosques boreales debido a los incendios masivos ha tenido repercusiones globales. Estos incendios emitieron 3.200 millones de toneladas de dióxido de carbono, superando las emisiones anuales de todos los aviones del mundo. Esta tragedia nos afecta a todos, pero pocos parecen darse cuenta”, dijo Orozco, quien destacó la falta de conciencia gubernamental ante estas catástrofes ecológicas.
El escritor también abordó el tema de las desapariciones forzadas en México, donde, según su relato, nueve mujeres desaparecen cada día. “Es una realidad espantosa, y aunque nos parezca lejano, es una tragedia que también nos toca, especialmente a nosotros los colombianos”, comentó.
En su análisis de la situación en Centroamérica, Orozco citó el desbordamiento del poder en Nicaragua, donde el presidente y su esposa, como vicepresidenta, concentran todo el poder político, mientras el régimen gasta millones de dólares en adornos urbanos como árboles metálicos en lugar de resolver problemas sociales graves.
“La depredación de la Amazonía también es uno de los grandes temas de mi libro, ya que estamos acabando con un ecosistema vital para el equilibrio del planeta”, añadió Orozco. En cuanto a los mitos, explicó que, a diferencia de tiempos pasados, ahora es la humanidad misma la que genera miedo, especialmente con la codicia y el deseo de poder que reflejan figuras mitológicas como el Wendigo de Canadá. Este mito, señaló, simboliza la transformación destructiva de los hombres cuando su ambición y codicia consumen sus espíritus.
Orozco destacó que el premio El Pombero de Oro lo recibió gracias a su historia inspirada en un incendio masivo en la región del Chaco Boreal, que arrasó con miles de hectáreas de selva. “A través de este cuento, quise hacer una denuncia pero también abrir un espacio de reflexión sobre el papel de aquellos que luchan por preservar el mundo, incluso cuando parece que todo está perdido”, explicó el escritor.
En su mensaje final, Orozco compartió su visión sobre el papel de la literatura en tiempos de crisis. “La política es un ciclo cerrado para mí. Ya no aspiro a regresar a la arena política. Mis libros, más que relatos de tragedias, son un llamado a la esperanza y a la lucha por la democracia. Hoy, mi campo de batalla está en las páginas en blanco”, concluyó.
Este reconocimiento no solo reafirma la relevancia de Orozco en la literatura latinoamericana, sino que también abre nuevas puertas para su obra, con invitaciones para llevar su mensaje a Centroamérica y España, donde continuará su lucha a través de la palabra escrita.