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Expertos indican que omitir el desayuno no solo amenaza la salud física, sino también la mental

Investigaciones recientes sugieren que la omisión del desayuno puede tener consecuencias más serias para la salud de lo que comúnmente se cree. Más allá de ser una fuente de energía crucial para enfrentar las jornadas, el desayuno se destaca como una oportunidad valiosa para consumir alimentos saludables.

Dan Buettner, reconocido investigador de la longevidad, conocido por acuñar el término “zonas azules”, resalta la importancia del desayuno en una entrevista con CNBC. Buettner subraya que el desayuno no solo proporciona la energía necesaria para el día, sino que también brinda la oportunidad de ingerir alimentos saludables al inicio de la jornada.

La práctica de omitir el desayuno, a menudo descuidada en medio del ajetreo diario, ha demostrado tener impactos más allá de los niveles de energía, afectando significativamente la salud general de las personas. Expertos ofrecen dos razones para evitar saltarse “la comida más importante del día”.

Según un análisis de los hábitos alimenticios en las zonas azules, donde se registra una alta esperanza de vida, omitir el desayuno puede no ser beneficioso para la longevidad. En estas áreas, la primera comida del día consiste en alimentos alejados de las opciones altamente comercializadas como “desayunos ideales” en Estados Unidos. En lugar de consumir productos ricos en azúcar, los habitantes de las zonas azules optan por ingredientes nutritivos como frijoles, vegetales, arroz, frutas y avena.

Buettner comparte su experiencia personal de comenzar el día con un estofado minestrone lleno de verduras y alubias, desafiando a los lectores a probar esta alternativa durante una semana.

La investigación también revela que omitir el desayuno puede afectar negativamente el estado de ánimo y la calidad del sueño.

Un estudio realizado en 2023 con más de 700 estudiantes universitarios muestra que aquellos que no desayunan regularmente experimentan una calidad de sueño inferior y síntomas depresivos aumentados en comparación con los que sí desayunan habitualmente. Aunque la diferencia en la calidad del sueño entre quienes desayunan y quienes no es insignificante, la frecuencia del consumo de desayuno se asocia con mejoras notables en la calidad del sueño percibida, el ánimo al despertar y la alerta matutina.

Los investigadores subrayan la importancia de considerar el desayuno como un elemento esencial en el estilo de vida, con posibles implicaciones en las recomendaciones nutricionales y prácticas diarias, especialmente en entornos académicos o laborales exigentes.