Antonio Sanguino, ministro del Trabajo, anunció que fue radicada una nueva ponencia alternativa para la reforma laboral, elaborada por la senadora Aída Avella, del Pacto Histórico. Según informó en su cuenta de X, el documento fue presentado ante la Secretaría de la Comisión Cuarta del Senado y se sustenta en los temas que habían sido incluidos en la consulta popular fallida, así como en el articulado previamente aprobado en la Cámara de Representantes.
Esta nueva ponencia marca un nuevo rumbo en la discusión sobre la reforma laboral, en medio de tensiones internas entre el Ejecutivo, su coalición y el sector empresarial. De acuerdo con lo expresado en el documento, la propuesta busca avanzar en la construcción de una legislación que garantice condiciones laborales dignas y decentes en Colombia.
Desde sus redes sociales, la senadora Avella explicó que el texto busca generar transformaciones reales en beneficio del pueblo trabajador, recuperando elementos clave del proyecto original. Por su parte, el ministro del Interior, Armando Benedetti, expresó su respaldo a esta ponencia, destacando que mantiene el espíritu reformista propuesto desde el inicio por el Gobierno de Gustavo Petro. Entre los puntos resaltados se incluyen el reconocimiento del recargo nocturno desde las 6:00 p.m., el pago completo por trabajo en domingos y festivos, una jornada laboral de ocho horas y beneficios específicos para microempresarios como acceso a créditos con bajas tasas de interés y reducción de impuestos.
Este nuevo documento contrasta con otra ponencia que había sido presentada la semana anterior, resultado de negociaciones con empresarios, congresistas y gremios, pero que no logró apoyo suficiente, ni siquiera dentro del Ejecutivo. Esta versión fue criticada por diluir aspectos centrales de la reforma original y adaptarse más a los intereses del sector empresarial.
Dicha ponencia flexibilizaba elementos clave como el inicio del recargo nocturno —pasándolo a las 7:00 p.m.—, planteaba pagos diferenciados por trabajo en festivos, y contemplaba regímenes especiales para sectores como la vigilancia, el comercio y la hotelería. Estas modificaciones generaron rechazo por parte de centrales obreras y del Gobierno, que las interpretaron como un retroceso en materia de derechos laborales. Para líderes sindicales como Fabio Arias, de la CUT, esta versión eliminaba garantías fundamentales como licencias por citas médicas o incapacidades menstruales, y permitía contratos a término fijo por hasta cinco años.
El presidente Petro calificó esa propuesta como una “contrarreforma”, alejándose de ella por completo.
Uno de los puntos más discutidos es el del contrato de aprendizaje. Mientras que la ponencia mayoritaria propone únicamente la afiliación a pensión y riesgos laborales para los aprendices del Sena, el sector alternativo del Pacto Histórico aboga por un contrato laboral integral, con acceso a primas, vacaciones y pago de horas extras.
Otro aspecto debatido es la figura del contrato agropecuario, que fue reincorporado con ajustes para asegurar que ningún trabajador rural reciba menos de un salario mínimo. Sin embargo, sectores de la oposición siguen impulsando la inclusión del trabajo por horas en zonas rurales.
Finalmente, otros temas que quedaron por fuera de la ponencia mayoritaria, como el aumento de la licencia de paternidad o la eliminación de la intermediación laboral, también han sido motivo de inconformidad. Para el ministro Sanguino, estas omisiones representan recortes inaceptables, y dejó claro que no respaldará una propuesta que, a su juicio, debilita los avances laborales que el Gobierno busca consolidar.