El fútbol colombiano ha sido nuevamente escenario de un lamentable episodio de racismo que involucra a una figura pública de Circasia, Quindío. Marino Hinestroza, jugador de Atlético Nacional, fue víctima de insultos racistas durante un partido de semifinales de la Liga Dimayor II 2025 contra Millonarios en Bogotá. Los hechos ocurrieron justo antes de que Hinestroza marcara un gol que empató el partido, aunque el resultado final favoreció a los capitalinos 2-1.
La controversia escaló cuando un mensaje despectivo en contra del futbolista apareció en las redes sociales de Luisa María Arias Carvajal, virreina del municipio, en el cual se usaron términos peyorativos relacionados con su color de piel. Ante ello, Hinestroza reaccionó a través de sus plataformas digitales, haciendo énfasis en que la situación no solo lo afectaba a él, sino a sus hijos, y lamentando que alguien en una posición pública pudiera difundir tanto odio.
La respuesta institucional no se hizo esperar. La administración de Circasia, encabezada por el alcalde Julián Andrés Peña, emitió un comunicado en el que rechazó los comentarios y aclaró que no representaban la postura del municipio. En el escrito también se solicitó a la virreina una retractación pública y se anunció que, mientras se investigaba la veracidad del hackeo de sus redes sociales, se suspendía su cargo de virreina.
El colectivo Circasia Eternamente Verdolaga también mostró su repudio ante las palabras de Arias Carvajal, manifestando que tales comentarios eran un retroceso en los esfuerzos por promover un ambiente respetuoso y libre de discriminación. Aseguraron que las expresiones de la virreina iban más allá de ser un simple insulto, ya que afectaban profundamente la dignidad de una persona por su color de piel, algo que debe ser intolerable en cualquier sociedad.