La experiencia de buscar nueva casa o apartamento, con compromisos bancarios casi que de por vida, tiene sus riesgos. Tener en cuenta muchos aspectos de seguridad y protección a la biodiversidad a largo plazo, es un imperioso mandamiento. En Armenia las ruinas del edificio de la calle 23 contrasta con determinaciones de alcaldes en otras ciudades. Al de Medellín no le tembló el pulso para firmar la demolición del edificio Space hace varios años. Con este acto de gobierno se pone en evidencia la esperanza depositada en los alcaldes y gobernadores. Personas estudiosas rodeadas de excelentes equipos de gobierno que les permitan tomar decisiones que benefician a la comunidad.
Prevenir, en hechos de respeto a los derechos humanos, acontecimientos que los pongan a responder ante los jueces de la república. Tener quien les diga que existen las normas de obligatorio cumplimiento para no incurrir en prevaricato por acción u omisión. Los gobernantes tienen que saber que entre muchos requisitos, toda construcción debe contar con rampas de acceso para personas con discapacidades; tener las salidas de emergencia debidamente señalizadas. Siendo una realidad que existen establecimientos de atención al público con única puerta de entrada y salida que en algunos casos permanece cerrada porque el celador está ocupado, porque la caja fuerte está abierta.
A pesar de estas irregularidades, se expiden los permisos de funcionamiento, pero en caso de una tragedia toda la responsabilidad recae en quien sostiene en sus puestos a ineptos funcionarios: el alcalde, el gobernador. Lo demuestra el encarte de estas personas en el departamento del Magdalena con los 33 niños incinerados en un bus al que a pesar de las malas condiciones técnico mecánicas, las autoridades permitían su explotación comercial. La corrupción presente en quienes firmaron los permisos, permitió que en el desplome de una torre del edificio Space murieran doce personas y se anuncia, de parte del ministro de vivienda, la presentación de nuevo proyecto de Ley con la intención de asegurar la calidad de las nuevas construcciones. Buena intención, pero radica en la cultura ciudadana de cumplir y exigir el cumplimiento de las normas, lo que deriva el respeto a la vida bajo la propuesta de los derechos humanos.
Las estadísticas, para mencionar un ejemplo, tomadas de uno entre muchos hospitales de la región registra entre 15 y 20 accidentes de tránsito cada día, con saldo de heridos y muertos, son el indicativo de la necesidad de tomar acciones de gobierno. Llamar al orden, mediante comparendos pedagógicos y de los que duelen, al conductor que abusa de la velocidad, que realiza maniobras peligrosas, que transporta niños en sitios prohibidos, que usa su vehículo con sobre cupo. Igual tarea la de los concejales ejerciendo control político a las dependencias que permiten el incumplimiento de las normas para que llegado el momento de pedir la renovación del voto a su favor, no les produzca vergüenza hacerlo ante ciudadanos que perciben el error de votar por ineptos.
Conchudos decían los abuelos.