Llegó a la gobernación de la mano de la corrupción que se robó la Valorización de Armenia en la coyunda perniciosa con el carrielismo preso por la justicia y si bien no firmó pagarés iguales a los de Carlos Mario Álvarez, si hipotecó la contratación pública a los mismos bandidos, entre ellos los de la famosas líneas de emergencia que lo tiene ad portas de la destitución.
Y este es apenas un botón de muestra.
A medida que avance esta campaña enrarecida por los mismos actores del desastre corrupto de la región se irá conociendo la serie de latrocinios aupados por la cleptocracia de un cura inhabilitado hasta el almendrón por su indelicadeza.
Inconcebible que una persona con procederes tan oscuros haya llegada a los altares a dispensar sacramentos.
Pregonó en altavoces de sus súbditos que “alejaba la politiquería entronizada por la anterior administración” y que durante su reinado no habría nada que intentara torcer el favor popular y jamás desviar recursos públicos a los bolsillos de los bandidos, pura retórica porque la corruptela ha sido el sello o la impronta de esta administración, la más pobre que haya tenido la historia del departamento.
Ya viene la cascada de los desvíos de miles de millones de pesos de las regalías por bilingüismo, la alcahuetería con su subalterno en agricultura para acabar con el medio ambiente favoreciendo sus propios bolsillos siendo parte de los delitos en contra del colectivo.
A este cura si le cabe esa expresión tan recurrida “que dios lo perdone”
Vamos a empezar a revelar toda la porquería que sale de esa cocina nauseabunda que llaman gobernación, no nos amilanan los hampones escudados en anónimos perfiles para tratar de doblegarnos con bravuconadas y falsedades porque les notifico que sufro una rara enfermedad en la columna vertebral, heredada de mi abuelo, que me impide arrodillarme.
Comienzo;
El gobernador Carlos Eduardo Osorio y su equipo de malandros emitieron un bono por valor unitario de 50 mil pesos para que los empleados y contratistas de la gobernación apoyen económicamente la campaña de Álvaro Arias Velásquez.
Eso es un delito amén de un asalto a los mínimos de la mayoría de los trabajadores del gobierno departamental, es un chantaje para que mantengan sus puestos miserables con estas prácticas corruptas.
De acuerdo al contratico le entregan un número determinado de bonos denominados “BONO DE APOYO. CERTEZA QUINDIANA “con un mínimo de cuatro y un máximo de diez.
Quien así obra no puede llamarse más que miserable aunque los delitos los investigará la justicia. Hay contratistas que están en capacidad de jugarse la cabeza y contar toda la verdad porque es un atropello fenomenal para garantizar plata a la campaña de Arias.
Qué dirá el Centro Democrático, que posa de limpieza moral y su candidato Luis Fernando Jaramillo socios de estos sinvergüenzas?
Cuando rechazaban a Piedad Correal dizque por sus malas compañías con el carrielismo salieron presurosos a apoyar al más genuino esperpento de esa molicie que se robó a Armenia. Esa doble moral característica en la politiquería de este país de mierda.
Esperemos que actúen los órganos de control y la eficiente Moe para que por lo menos se sepa lo qué hacen estos nefastos sujetos empotrados en las administraciones públicas para enriquecerse.
